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Ubicado en el corazón del barrio de Santa María la Ribera, en la Ciudad de México, el Museo del Instituto de Geología de la UNAM es una joya poco conocida que mezcla ciencia, arquitectura histórica y un ambiente tranquilo que invita al descubrimiento. Desde su fachada neogótica hasta sus salas repletas de fósiles y minerales, este recinto es perfecto para familias, estudiantes, turistas curiosos y amantes de la naturaleza.
Justo frente al Kiosco Morisco del parque central del barrio, el museo forma parte de un circuito cultural ideal para una mañana de paseo. La entrada es accesible, y el museo suele estar menos concurrido que otros recintos capitalinos, lo que permite una visita relajada y enriquecedora.
El edificio que alberga el museo fue inaugurado en 1906 como la sede del Instituto Geológico Nacional, durante el Porfiriato. Fue diseñado por el arquitecto Carlos Herrera, en un estilo ecléctico con detalles neogóticos y art nouveau. Su construcción formaba parte del esfuerzo del gobierno por promover el desarrollo científico y minero del país.
El edificio fue pensado no solo como centro de investigación, sino también como un museo abierto al público, lo cual lo convierte en uno de los primeros museos científicos de México. En 1929, el Instituto fue incorporado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo que consolidó su papel en la investigación y difusión de la geología en el país.
El museo cuenta con una colección permanente que abarca varias áreas de la geología y paleontología:
Fósiles: Incluye impresionantes esqueletos de dinosaurios, mamuts y otras especies extintas. Uno de los más fotografiados es el Diplodocus, además de un impresionante cráneo de Mamut columbino.
Minerales y rocas: Muestras de todo México, con descripciones de su origen, propiedades y usos. Algunas piedras brillan bajo luz ultravioleta.
Modelos educativos: Se pueden ver representaciones de procesos como la formación de montañas, volcanes y placas tectónicas.
Historia de la Tierra: Paneles que explican las eras geológicas, extinciones masivas y la evolución de la vida.
Algunas salas también presentan exposiciones temporales sobre temas actuales como el cambio climático, los sismos o la exploración del subsuelo mexicano.
Recorrido libre: Puedes caminar a tu ritmo por las salas del museo. Hay explicaciones claras y paneles bilingües (español e inglés).
Visitas guiadas: Disponible con reservación, ideales para escuelas, grupos familiares o turistas que quieran una experiencia más completa.
Actividades para niños: Talleres interactivos los fines de semana y durante vacaciones. También cuentan con una pequeña tienda con libros, fósiles didácticos y recuerdos.
No te olvides de admirar el interior del edificio, especialmente sus vitrales, pisos de mosaico y detalles en hierro forjado. Es una joya arquitectónica además de un espacio educativo.
🕒 Martes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs. Cierra los lunes y días festivos.
🎟 Entrada general muy accesible (suele ser entre $20 y $30 MXN). Estudiantes, maestros y personas mayores con credencial, entran gratis o con descuento.
👧🧒 ¡Sí! Es muy educativo y tiene zonas especialmente atractivas para los más pequeños.
📸 Sí, pero sin flash y sin tocar las piezas. Algunas zonas están restringidas.
🚇 La estación de metro más cercana es San Cosme (Línea 2) o Buenavista (Línea B y Tren Suburbano). Desde ahí, se camina unos 10 minutos.
✅ Sí. Puedes visitar el Kiosco Morisco, el Museo de Geofísica, el Museo del Chopo o simplemente disfrutar del parque de Santa María la Ribera.
📍 En Jaime Torres Bodet #176, Santa María la Ribera, Alcaldía Cuauhtémoc, CDMX. Justo frente al Kiosco Morisco.